jueves, 22 de diciembre de 2011

2011

Un año que ha dado para mucho, ciertamente. He conocido a personas importantes para mi vida durante estos meses. Me he enamorado, he sufrido y pasado grandes momentos, dignos de ser guardados para siempre en mi memoria.

Lamentablemente, no fue un buen año en cuanto a los estudios se refiere. La pereza y la desmotivación no son una buena mezcla cuando tienes la necesidad de concentrarte. De todas maneras no me arrepiento de mi primer año en psicología. Pasé momentos muy agradables y aprendí algunas cosas sobre el comportamiento humano muy interesantes.

Conocí a alguien que significo algo muy especial para mi. Nunca había sentido nada igual por una persona. Fue entonces cuando entendí la expresión: "llorar de felicidad". Tal vez la inexperiencia o simplemente la casualidad provocó que las cosas no salieran bien.

No fue un verano fácil. Aún eran recientes las heridas de lo más parecido al amor que he sentido. Tengo el defecto de ser un hombre débil en el ámbito motivacional y emocional. Aún así no estuvo del todo mal, pasé una de las mejores noches de mi vida en agosto, escuchando a mi ídolo en un concierto en directo.

Encontré algo que me aportaba y me sigue aportando autoestima y me ayuda a desahogarme. El deporte. Aparte de las consecuencias beneficiosas para el físico, me ayuda a pensar, a meditar. 

Pese a los malos momentos, ahora tengo la certeza de que soy una persona más madura y experimentada. Ahora le resto importancia a cosas que para mi antes tenían una mayor relevancia, y que después de todo no son para tanto.

También he conocido a dos personas en concreto que me han ayudado de una forma desmesurada. No saben lo que me alegro de haberlas conocido.

Afronto el próximo 2012 con ganas. Soy más fuerte física, pero sobretodo mentalmente. Tengo la motivación suficiente para triunfar en mis metas, e insistiré hasta que no quede la cantidad más mínima de aire en mis pulmones, ni sangre en mis venas.

martes, 6 de diciembre de 2011

the wall

Nadie dijo que fuera justo
ni que fuera un camino de rosas

Está sumido en una noche eterna
en la que se esconde el amanecer

El reflejo de la luna trae nuevas ajenas
sonrisas de un universo paralelo
de agentes externos,
incomprensiblemente más agraciados

Ese muro llamado destino,
inconmensurable, rígido,
demostrará que no es irrompible
o morirá por este ideal

Ese es el camino que ha elegido
el único por el que merece la pena alzar la espada
con la rabia en sus ojos escrita

lunes, 28 de noviembre de 2011

Poesía nº2

Sigo una vez más con otra de mis poesías. Sentía algo por una chica y decidí expresarlo de esta manera. Aproximadamente hace tres años de esto.

Un frío gélido recorre mi cuerpo
no sé si propio de invierno,
o por el tiempo de adviento

Una cosa es segura
mi alma contigo está alegre
como una noche estrellada,
o la esperanza más verde

Dicen que es en primavera cuando viene el calor
pero yo voy contracorriente
es solamente lo que siento al verte

Al acabar el invierno el sueño muere,
la ilusión se convierte en pesimismo
y los deseos en espejismos,
solamente palabras desgastadas

Hasta la próxima!! :)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Poesía nº1

A continuación pondré una poesía hecha por mi que encontré escondida en un cajón de hace al menos dos años.


Como pasos en la noche
monótono es este día
sientes que eres el maquinista
de un tren con una sola vía

El camino es largo
pero no debes decaer
el sol se pone a lo lejos
está a punto de anochecer

Mas la victoria es visible
la esperanza es perenne
entonces miras al frente y dices
que nada es imposible

Espero les haya gustado. ¡Hasta otra! Seguramente publicaré alguna que otra más.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La música

Siempre he creído que hay personas o lugares, que dejan huella en nosotros, en nuestra forma de ser. Hoy, pasando por delante del conservatorio superior de música, se me vinieron a la mente aquellos años de mi niñez y adolescencia que pasé en aquel edificio.

Cuando me sumerjo en mis pensamientos, cosa bastante habitual, a veces creo escuchar de fondo a todos aquellos instrumentos que se juntaban en una melodía heterogénea, pero bella al mismo. Es ahora que me doy cuenta que se convirtió en un segundo hogar para mi.

Recuerdo aquellas pequeñas cabinas que los estudiantes usábamos para practicar con nuestro instrumento, en mi caso el clarinete. En la parte trasera de ésta se hallaba una gran ventana, desde donde se podía ver en algunas cabinas una parte grande de santa cruz. Añoro los días de tormenta que pasaba en aquellas cabinas, solo yo, mi música y el estruendo de la lluvia.

Recuerdo los conciertos de navidad con alegría, pues eran la antesala a las festividades. Me acuerdo de ese niño en el escenario vestido de gala, eso sí con una camisa algunas tallas mayor a la mía (cosa que nunca entendí), temblando de miedo frente al público, el cual me sonreía y me miraba con atención. También rememoro la increíble sensación que me llenaba al acabar mi pieza y sentir el apoyo y los aplausos de la gente. Es algo que nunca olvidaré.

Solo deseo que esos niños que a veces se acumulan a la puerta del conservatorio, sepan disfrutar y aprovechar la oportunidad de vivir la música, tanto como la viví yo.

martes, 25 de octubre de 2011

La lluvia

Hoy me siento realmente inspirado, así que les contaré de nuevo una anécdota que experimenté hoy. Gracias a ella éste día se ha convertido en un día cargado de añoranza y en un reencuentro de antiguos sentimientos.

Es impresionante lo que la lluvia te puede hacer sentir. En mi caso probablemente sea porque los mejores momentos de mi infancia los pasé con el estruendo del agua al precipitarse, acompañada por un gélido frío que recuerdo muy gratamente.

Una de las cosas que más me gustaban cuando era niño era ir hacia el norte de la isla en invierno, cosa que hacíamos frecuentemente en aquella época. Me encantaba observar como las gotas de lluvia se deslizaban por la ventanilla del coche, y como se empañaba ésta por efecto del frío. Me quedaba embobado mirando aquellos montes con árboles tan grandes, de un verde tan profundo y llenos de humedad.

Hoy, practicando deporte, volví a encontrarme con mi adorado elemento. En una ocasión la lluvia se hizo intensa, y no pude evitar bajarme la capucha de mi sudadera para dejar que el agua encontrase mi pelo, y luego bajara a lo largo de mis facciones. Fue una sensación indescriptible. Volví a recordar aquellos maravillosos días, tan vacíos de preocupaciones y responsabilidades. Donde algo tan nimio para algunos como un día lluvioso podría alegrar al niño que fui en un tiempo.

No puedo evitar sonreír cada vez que escucho el sonido de la lluvia al caer.

viernes, 21 de octubre de 2011

Noche de reencuentros

Las nubes se han ido, esa humedad que parecía perenne los últimos días, también ha desaparecido. Parecía un buen día para hacer deporte. Mis piernas seguían aún algo doloridas, pero yo soy así, tras dos días parado, necesitaba de mi dosis de ese desahogo diario, hablo del deporte que practico, el footing.

Tenía mi música para correr lo demasiado alta para ahogar todo tipo de pensamientos, lo que no evitó que, por supuesto, surgieran. Le daba vueltas a lo mismo de siempre, a los errores del pasado, a las dificultades que se presentarían en el futuro, etc. Eso sí, me animaba al recibir la brisa sobre mi cara y al sentir los músculos de mis piernas tensarse.

En una de mis internadas hacia una calle que conocía de poco, volví a sentirlo. No era posible, era su aroma. ¿Lo era? Nunca lo supe con certeza. Aquel olor que quedó plasmado en mi memoria tiempo atrás, símbolo de felicidad y esperanza. De pronto me sentí renovado y con fuerzas, el cielo cambió su color a un negro intenso y brillante, como el de aquellas noches mágicas.

Esta vez el camino de regreso fue mucho más alegre.

¡Nos vemos en otra ocasión lectores! Me pareció interesante contarles una de mis anécdotas para variar en esta ocasión. ¡Espero les guste!

domingo, 16 de octubre de 2011

La noche

¡Hola de nuevo! Para mi tercera entrada, algo corta como de costumbre, me dejaré llevar un poco por mis experiencias sobre la noche, este mundo tan enigmático y lleno de vida, donde puedes experimentar sensaciones que no podrías bajo la luz diurna.

Una de las formas más populares de disfrutar la noche entre los jóvenes es, como se llama comúnmente, salir de fiesta. Tiene tanto éxito porque se vive un cóctel de emociones. La influencia del alcohol, el sudor, miradas traviesas, sonrisas en cada esquina... Se trata sin duda de una experiencia interesante y que todo el mundo debería sentir alguna vez en sus carnes, eso sí con precaución.

Dado mi recorrido por semejante escenario de penumbras y luces centelleantes, puedo decir que en la noche todo cambia. Aunque suene absurdo, te dan más ganas de sonreir, vives con la expectativa de que las cosas realmente pueden funcionar, y en fin, que sales de tu hogar con más esperanzas en tus objetivos. (Puede que sea un bicho raro y sea el único que sienta ésto)

En definitiva, siempre me ha fascinado el ambiente que se vive tras ponerse el sol.

El amor

¡Buenas tardes! para mi segunda entrada hablaré sobre el amor, este tema de vital importancia para los jóvenes y no tan jóvenes. ¡Espero que les guste!

¿Qué es el amor? ¿Como podemos saber realmente si estamos enamorados? Éstas son, sin duda, preguntas de difícil repuesta debido a la subjetividad del amor.

Afortunada o desafortunadamente, el que les escribe no hay tenido demasiada experiencia en este campo. Ya sea por el "destino", o por "mala suerte".

Pero por lo poco que sé y he experimentado, puedo decir que el amor es un arma de doble filo. Tiene sus ventajas y desventajas.

Cuando conoces a esa persona, todo el mundo que te rodea cambia de forma. Te levantas con una sonrisa y con ganas de vivir un día más. Te preguntas como pudiste vivir sin la fuerza que te da esa sensación, la de la felicidad en estado puro. Darías lo que fuera por verla sonreír una vez más o que te mirara con esos ojos brillantes y rebosantes de cariño.

Pero como todo en la vida, nada es para siempre, incluido el amor. El mundo vuelve a ser gris y te embarcas en la búsqueda de una razón para levantarte de la cama. Le das vueltas una y otra vez al porque tuvo que acabar y al que tenías que haber hecho para que las cosas no hubieran acabado así. Echas de menos el calor de sus labios, su aroma, pero sobretodo esa sensación, la de ser un hombre realmente afortunado.

viernes, 14 de octubre de 2011

La felicidad

Buenas noches a todos. Es mi primera entrada en este blog y por lo tanto ando un poco perdido. Normalmente no suelo escribir a tan larga escala, sino que suelo dejar alguna que otra frase por las redes sociales, de mi propia invención o de algún filósofo o autor reconocido. Pero como se suele decir, mejor tarde que nunca.

A falta de ideas concretas para esta primera entrada, me centraré en uno de los temas que más me interesan: la felicidad. El fin último de la vida, aquello por lo que luchamos cada día.

Hay diversas formas de conseguir la felicidad, tantas como personas hay en este mundo. Algunos la obtienen a través de la dedicación al estudio, otros de las relaciones sociales, en fin muchas posibilidades.

Para mi la felicidad se halla en estar sereno, en poder disfrutar de la compañía de tus amigos, de pasar un buen rato con tu familia y de obtener el placer que puede otorgarte la vida. Desde pequeños placeres, cómo es el celebrar un gol de tu equipo, hasta grandes fuentes de placer, como observar un cielo estrellado o gozar de la compañía de "esa" persona.

Nuestra vida es un sendero por el que caminamos sin retorno, tiene un principio y un fin, además nos encontramos con numerosas bifurcaciones que nos llevarán a otros caminos, con diferentes vivencias cada uno.

Ahora solo nos toca saber como encaminarnos por éste, para conseguir la ansiada felicidad.

Aquí concluye mi primera entrada en éste blog, que espero no halla sido excesivamente monótono, ¡Hasta otra!