martes, 25 de octubre de 2011

La lluvia

Hoy me siento realmente inspirado, así que les contaré de nuevo una anécdota que experimenté hoy. Gracias a ella éste día se ha convertido en un día cargado de añoranza y en un reencuentro de antiguos sentimientos.

Es impresionante lo que la lluvia te puede hacer sentir. En mi caso probablemente sea porque los mejores momentos de mi infancia los pasé con el estruendo del agua al precipitarse, acompañada por un gélido frío que recuerdo muy gratamente.

Una de las cosas que más me gustaban cuando era niño era ir hacia el norte de la isla en invierno, cosa que hacíamos frecuentemente en aquella época. Me encantaba observar como las gotas de lluvia se deslizaban por la ventanilla del coche, y como se empañaba ésta por efecto del frío. Me quedaba embobado mirando aquellos montes con árboles tan grandes, de un verde tan profundo y llenos de humedad.

Hoy, practicando deporte, volví a encontrarme con mi adorado elemento. En una ocasión la lluvia se hizo intensa, y no pude evitar bajarme la capucha de mi sudadera para dejar que el agua encontrase mi pelo, y luego bajara a lo largo de mis facciones. Fue una sensación indescriptible. Volví a recordar aquellos maravillosos días, tan vacíos de preocupaciones y responsabilidades. Donde algo tan nimio para algunos como un día lluvioso podría alegrar al niño que fui en un tiempo.

No puedo evitar sonreír cada vez que escucho el sonido de la lluvia al caer.

2 comentarios:

  1. Me encantó, prácticamente me a teletransportado en el tiempo, aunque hoy en día todavía aún no se me haya quitado la manía de mirar llover XD

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  2. muchas gracias!! :) la verdad hoy en día también sigue siendo de mis pasatiempos favoritos jajaja

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