domingo, 16 de octubre de 2011

La noche

¡Hola de nuevo! Para mi tercera entrada, algo corta como de costumbre, me dejaré llevar un poco por mis experiencias sobre la noche, este mundo tan enigmático y lleno de vida, donde puedes experimentar sensaciones que no podrías bajo la luz diurna.

Una de las formas más populares de disfrutar la noche entre los jóvenes es, como se llama comúnmente, salir de fiesta. Tiene tanto éxito porque se vive un cóctel de emociones. La influencia del alcohol, el sudor, miradas traviesas, sonrisas en cada esquina... Se trata sin duda de una experiencia interesante y que todo el mundo debería sentir alguna vez en sus carnes, eso sí con precaución.

Dado mi recorrido por semejante escenario de penumbras y luces centelleantes, puedo decir que en la noche todo cambia. Aunque suene absurdo, te dan más ganas de sonreir, vives con la expectativa de que las cosas realmente pueden funcionar, y en fin, que sales de tu hogar con más esperanzas en tus objetivos. (Puede que sea un bicho raro y sea el único que sienta ésto)

En definitiva, siempre me ha fascinado el ambiente que se vive tras ponerse el sol.

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