lunes, 28 de noviembre de 2011

Poesía nº2

Sigo una vez más con otra de mis poesías. Sentía algo por una chica y decidí expresarlo de esta manera. Aproximadamente hace tres años de esto.

Un frío gélido recorre mi cuerpo
no sé si propio de invierno,
o por el tiempo de adviento

Una cosa es segura
mi alma contigo está alegre
como una noche estrellada,
o la esperanza más verde

Dicen que es en primavera cuando viene el calor
pero yo voy contracorriente
es solamente lo que siento al verte

Al acabar el invierno el sueño muere,
la ilusión se convierte en pesimismo
y los deseos en espejismos,
solamente palabras desgastadas

Hasta la próxima!! :)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Poesía nº1

A continuación pondré una poesía hecha por mi que encontré escondida en un cajón de hace al menos dos años.


Como pasos en la noche
monótono es este día
sientes que eres el maquinista
de un tren con una sola vía

El camino es largo
pero no debes decaer
el sol se pone a lo lejos
está a punto de anochecer

Mas la victoria es visible
la esperanza es perenne
entonces miras al frente y dices
que nada es imposible

Espero les haya gustado. ¡Hasta otra! Seguramente publicaré alguna que otra más.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La música

Siempre he creído que hay personas o lugares, que dejan huella en nosotros, en nuestra forma de ser. Hoy, pasando por delante del conservatorio superior de música, se me vinieron a la mente aquellos años de mi niñez y adolescencia que pasé en aquel edificio.

Cuando me sumerjo en mis pensamientos, cosa bastante habitual, a veces creo escuchar de fondo a todos aquellos instrumentos que se juntaban en una melodía heterogénea, pero bella al mismo. Es ahora que me doy cuenta que se convirtió en un segundo hogar para mi.

Recuerdo aquellas pequeñas cabinas que los estudiantes usábamos para practicar con nuestro instrumento, en mi caso el clarinete. En la parte trasera de ésta se hallaba una gran ventana, desde donde se podía ver en algunas cabinas una parte grande de santa cruz. Añoro los días de tormenta que pasaba en aquellas cabinas, solo yo, mi música y el estruendo de la lluvia.

Recuerdo los conciertos de navidad con alegría, pues eran la antesala a las festividades. Me acuerdo de ese niño en el escenario vestido de gala, eso sí con una camisa algunas tallas mayor a la mía (cosa que nunca entendí), temblando de miedo frente al público, el cual me sonreía y me miraba con atención. También rememoro la increíble sensación que me llenaba al acabar mi pieza y sentir el apoyo y los aplausos de la gente. Es algo que nunca olvidaré.

Solo deseo que esos niños que a veces se acumulan a la puerta del conservatorio, sepan disfrutar y aprovechar la oportunidad de vivir la música, tanto como la viví yo.